Hoy volvíamos de las vacaciones, con la energía e ilusión renovadas. Lo primero ver si lo que habíamos plantado había sobrevivido. Nos hemos quedado impresionados al ver que nos han robado la palmera y el laurel, que ya estaban plantados, es impresionante. ¿Quién puede entrar a un instituto saltando la valla para robar dos plantas?
Luego también nos hemos dado cuenta que nos han robado la malla antihierba. Madre mía...
Por otro lado, hoy me ha llegado un vídeo de un proyecto sobre el plástico en una pequeña población de Guatemala, inspirador, positivo y lleno de corazón
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